viernes, 15 de noviembre de 2013

Rebozafilia

─Me gustan los rebozados, viviría siempre comiendo rebozados. Sin el rebozado la comida no es nada. Ese huevo y pan rallado... ese aceite bien caliente, crepitante mientras dorá los alimentos. ¡Toda una comunión culinaria!
─Sí, que quiere que le diga; el rebozado está muy bien, a mi también me gusta, pero no me va a negar de que usted se ha pasado tres pueblos. Porque ya me dirá ¿qué tiene todo eso con rebozar y freir el edificio donde vive con todos sus vecinos dentro? ─ le preguntó el comisario Alfons D. a Pere L. en la sala de interrogatorios de la comisaría de Via Layetana en Barcelona.

©Richard Anthony Archer 2012

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