─Y tu hijo ¿a qué se dedica ahora?
─Pues lleva ya un tiempo picando
piedra.
─Huy, ¡no me digas que ha encontrado
trabajo en la cantera!
─¡Qué va! Resulta que un día se
llevó mi coche sin permiso y me lo trajo todo abollado entonces me
cabreé mucho, lo narcoticé en la cena y lo emparedé en el sótano
con la única compañía de una cucharilla. Ahí sigue pica que te pica
a ver si logra escapase.
©Richard
Anthony Archer 2012
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